Recuerdos parásitos: ¡Agotamos los bizcochitos!

¡Agotamos los bizcochitos!

Los bizcochitos se agotaron en la Feria. Entre otros, les hincaron sus dientes: Cristina Leveratto (escritora integrante del taller literario El Tintero), Matías Molina (el cuarto Heliogábalo) y Juan Carlos Ramirez Leiva (Junta de Estudios Históricos de Ezeiza). Quedaron los libros. Aún estás a tiempo de tener tu ejemplar. ¡Reservalo YA!

Esta es una novela profunda. La obra gira alrededor de la falta de amor. Asesinos en serie, ya sean físicos o virtuales. Misóginos extremos o supuestamente pacíficos, de esos que la ley no castiga. Pero tal vez los castigue la soledad que corresponde a la frívola falta de ontos. Alberto Laiseca

El odio obsesivo del protagonista que vuelve al lugar del crimen, la devoción por revolcarse en la sordidez de sus actos criminales y aliviarse en la tranquilidad de Silling, que resulta ser su lugar en el mundo, convierten a la lectura en una experiencia a la que uno se acostumbra y que se extraña al llegar al final. Patricia Faure (La Dedos Negros), El Tábano

Esta novela es un contrapunto de capítulos entre ellos, que recorre el mismo lugar que se transita cada vez que se lee: la ficción. ¿Y las gallinas en la tapa y en el texto? Plumas de gallina y plumas de escritura. Obsesión y castigo en una sola frase: plumas fatales. Cecilia Sigler Relgis, Veintitrés

Es una novela que se inscribe en el género de lo siniestro y que pone el acento en el aspecto psicológico de los personajes. La recomendamos no sólo a todos nuestros lectores, sino a los amantes de la buena literatura en general. Revista Insomnia

Una conmovedora narración que juega en forma constante y profunda con la memoria de los autores. De apelaciones frecuentes a las vivencias de la infancia, con todo el bagaje de contenidos que suele dispensar un viaje de esas características, los autores de esta novela exorcizan todo lo que a que aquélla les trae, persistente y obsesivo. Ricardo Filighera, Crónica

El odio y el amor se mezclan a tal punto que parecen estar forjados de la misma esencia en "la gran noche de Silling", que nos proponen los hermanos Marcos en Recuerdos parásitos (quién alimenta a quién...), su primera novela conjunta. Ñ Revista de Cultura

La denominación del pueblo con el nombre de Silling es una de las claves de Recuerdos parásitos. Silling es el castillo donde el Marqués de Sade ambienta su novela 120 días de Sodoma, que es un catálogo minucioso de atrocidades y perversiones sexuales que se prolongan durante un período de cuatro meses. Infobae

Si andan con ganas de leer una novela sumamente perturbadora y extraña, les recomiendo Recuerdos parásitos (quién alimenta a quién...), escrita a dos manos por Mal Pascal y José María Marcos. Yo me la devoré en un fin de semana. Juan Elvis Pereyra, cineasta y conductor del programa Mundo Elvis

La historia de los asesinos es triste y violenta, está contada de un modo hermoso y esto lo hace aún más perverso, pero allí radica la calidad del texto. Si tenés ganas de sentarte a flashear un rato, te recomiendo plenamente el mambo oscuro de esta novela, una verdadera weird fiction. Un relato de horror explícito. Hernán Stuchi, en Goodreads

Es una obra ideal para los amantes del género de lo siniestro, con toques de erotismo y de terror, que sorprende por la buena estructura de los relatos y la hegemonía de una historia central que nos conduce hasta el desenlace final. José María Franchino Arnaiz, La Palabra